viernes, 10 de enero de 2014

Llegamos al norte (El Siete puertas)

  Tardamos años en viajar al norte peninsular. Nos parecía oscuro, triste, con poca vida social... ahora sé lo confundido que estábamos.

  Caímos casi por casualidad en Asturias, por suerte en Llanes la "capital" de oriente asturiano, y nos quedamos tan prendados de esta tierra que hemos vuelto a la menor oportunidad. 

  Llanes es mar a un lado y al otro lado la sierra del Cuera; la senda costera que te acerca al mar y a sus asombrosos "bufones"; el paseo de San Pedro con bancos que miran al infinito; las playas de Toró y el Sablón; los cubos de la memoria de Ibarrola; las casonas indianas; y por supuesto la gastronomía, Porque en Asturias hay vida mas allá de la fabe, la sidra y los chigres.

  Este restaurante lo descubrimos la primera vez que fuimos a Llanes gracias al "boca-boca" de los internautas, y se ha convertido es nuestro restaurante de referencia siempre que vamos por Asturias. Hablamos del Siete Puertas, un restaurante que pese a estar en el centro mismo de Llanes y siendo lugar de paso obligado para visitantes, se ve que no es el típico restaurante para turistas, de aquellos de "a ave de paso, cañazo". Se trata de un restaurante con una decoración elegante, fina vajilla y cubertería, manteles y servilletas de tela y todo un sin fin de detalles que lo alejan mucho de lo que entendemos por un restaurante para turistas o de menú. Porque esa es otra, se come de escándalo con cualquiera de sus menús.


  Antes de entrar en el tema gastronómico, he de decir que el trato es realmente exquisito. No importa que esté lleno, que no haya mesa o pidas el menú más barato. El cliente (que al fin y al cabo es el que paga) siempre es atendido con amabilidad y eficacia. Puedes elegir entre el salón y la terraza, esta última situada en una plaza pintoresca y acondicionada para invierno y verano.

  La cocina la maneja a la perfección el chef vasco Mario Lázaro que además de gran cocinero (no en vano ha trabajado con el tres estrellas Michelín, Eneko Atxa) es un excelente anfitrión. Basta que hayas ido dos veces al restaurante para que salga a saludarte y a recomendarte algún plato.

  Empezaré diciendo que es la tercera vez que vamos a Llanes y la quinta vez (creo) que comemos en el Siete Puertas, eso ya es una garantía de que no defrauda ni un ápice. Cuando uno tiene una primera experiencia magnífica, el peligro es idealizarlo de tal forma que las sucesivas puedan resultar algo decepcionantes. En el caso del Siete Puertas nunca hemos salido con esa sensación; al contrario nos parecía que estábamos descubriendo algo nuevo siempre.

  El primer día, al ser entre semana, optamos por el menú de 12.50 € que es espectacular, por precio, por calidad del producto, y por servicio. De entrada te obsequian con el aperitivo de pastel de cabracho o merluza (según el día o el mercado) con salsa rosa, cebolla caramelizada y pan tostado, ¡está buenísimo! pero conviene no acabárselo si quieres comerte todo lo demás.


  De primero optamos por un clásico de la casa: la ensalada de mar y tierra, que liga magistralmente setas, calamares, lechuga... y por una sorpresa: las "Kikas" de marisco (bautizadas así en honor a una tía del chef),  y que son una explosión de marisco dentro de un saquito de pasta brick con una textura que recuerda a la brandada de bacalao.


  Para el segundo plato pedimos solomillo albardado con beicon realmente tierno y jugoso y presa al Cabrales también magnífica. Creo recordar que estos dos platos son nuevos en el menú y desde luego han resultado un éxito.


  Por último tomamos un surtido de postres caseros que hasta a los más golosos dejaría exhaustos: tarta de chocolate, suave y que a mi me recuerda a la Nocilla de mi infancia; tarta de almendras con un toque salado realmente sorprendente y tocinillo de cielo con una textura sedosa que me ganó para la causa. 

  Vamos, divino.


5 comentarios:

  1. Como de costumbre tienes un don único para describir y explicar las cosas de tal manera que se alimente la curiosidad del lector. El sitio pinta muy bien y los platos hacen que sea una de las mejores excusas para visitar Llanes, como excusa de visita al norte peninsular.

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  2. Si algún día os animáis hablad primero con Luze, que os dará buenas señas de sitios "para no olvidar"

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  3. Bueno bueno..mi restaurante preferido.Es un verdadero placer degustar tan exquisita comida...quien no lo conozca es parada obligatoria

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  4. Como me ha gustado tu escrito, nosotros somos asiduos del Siete Puertas y lo has descrito como verdaderamente és.

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  5. Me alegra que os haya gustado el escrito y el restaurante. Yo ya estoy deseando volver

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