sábado, 10 de mayo de 2014

Monasterio de las Viñas



 Si la elección de mis vinos es casi siempre casual, este no podía ser menos, aunque con matices. 
 Fuimos a un supermercado buscando un vino por que tuviera "buena pinta" para una cena a la que nos habían invitado unos amigos. Queríamos un vino que no hubiéramos probado antes; que no sobrepasara los 5 ò 6 euros y no perteneciera a las denominaciones de origen más conocidas y poco dadas a las sorpresas de Rioja o Ribera del Duero.
 Al final nos decantamos por un vino de la D.O Cariñena: Monasterio de las Viñas reserva 2006.


 Es un vino compuesto de tres variedades de uva; garnacha (70%), tempranillo (20%) y cariñena (10%). La crianza de las uvas se realiza por variedades, permaneciendo cada variedad 12 meses en barricas de roble americano para la garnacha y francés para el resto para posteriormente realizar el coupage y el afinado en botella durante 24 meses.
 Presenta un color rojo rubí con ribete casi anaranjado, buena lágrima y aromas a fruta madura principalmente. El paso por boca es sedoso, con taninos muy afinados y final algo corto.
Nosotros lo maridamos con solomillo a la salsa de mostaza preparado por nuestros amigos Arantxa y Jesús, pero combina con cualquier cosa que se tome en buena compañía.



En resumen, un vino muy "RobertParkiano" (no en vano éste le otorgó 90 puntos en su guía), laureado con medalla de plata en el Concurso Internacional de Vinos Bacchus de 2006 y muy recomendable por su relación calidad- precio.